Acepta el pasado tal y como fue con sus lecciones, derrotas y victorias. Enfrenta el presente como lo tienes, tratando de dar tu mejor esfuerzo desde donde estás, con el amor que buscas o cultivando el que ya has encontrado. Encara el futuro, no preocupándote por lo que vendrá, sino como resultado de que has estado suficientemente concentrado en vivir el presente.
