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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
«Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento» (Salmo 23:1-4)
El Salmo 23 es para la mayoría de los creyentes una de las escrituras más conocidas, por la cantidad de memorias que evoca, por la paz que transmite y por la esperanza necesaria que brinda, en las muchas veces que hemos atravesado por situaciones que parecían insalvables. Resulta fácil, perderse por un instante en los recuerdos de las luchas que batallamos, de las cargas que pudimos sobrellevar y de la fuerza que ganamos leyendo el Salmo 23. En ese instante podemos de alguna manera, pasar también por alto, otra importante lección que este hermoso pasaje lleva consigo.
Si observamos las escrituras del Salmo 23 a la luz de ese pastor que con su amor paternal nos guía a través del camino correcto, podríamos encontrar nuevas y hermosas afirmaciones. Si nos preguntáramos: ¿Qué hace un pastor por su rebaño? Cuida de Él, conoce sus necesidades, lo mantiene en abundante provisión, alimentado y sano. Si el rebaño pierde por un instante el rumbo, el pastor nuevamente lo encamina y lo aleja del peligro.
Ahora si preguntáramos ¿Qué hace al Señor el mejor pastor? La respuesta es, sin duda, una: no solo cuida de su rebaño y lo pastorea a la salvación, lo hace sin obligación, no como compromiso o deber, sino movido por su infinito amor.
Que bendecidos somos de tener a Dios como nuestro eterno pastor.
Palabra diaria: Señor, a Ti que me cuidas, como un amoroso pastor a su rebaño, confío mi andar, por guiarme cuando he perdido el camino. Ayúdame a recordar que estás conmigo, que diriges mis pasos, que me levantas, porque a donde quiera que esté, siempre me miras.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Pasaje:
Salmos 23:1-4
Tema del Capítulo – Salmos :
En el Salmo 23, David presenta a Dios como el Pastor Supremo. Estaba familiarizado con este lenguaje, pues durante su infancia cuidó las ovejas de su padre, Jesé.
Antes de derrotar al gigante Goliat, defendió a sus ovejas de osos y leones. Se enfrentó a ellos por amor a sus ovejas. David sabía que el Señor Dios tiene para nosotros, un celo superior.
Su confianza es tal: «El Señor es mi pastor, nada me falta» (Salmo 23:1).
Dios, el proveedor
En un mundo tan lleno de pecado y consumismo, a menudo nos vemos influidos a desear lo que no necesitamos. Creemos que las cosas superfluas son esenciales.
David nos muestra que Dios lo lleva por un buen camino. Son pastos verdes, donde hay abundancia de comida y agua. Nos muestra que Dios crea situaciones en las que se restablece su vigor y su alma.
Además, el Señor no te lleva por caminos resbaladizos. Son caminos rectos y seguros. Caminos de rectitud y obediencia.
No temeré
Cuando se trata de los momentos difíciles de la vida, David no duda. Como guerrero se ha enfrentado a la muerte cientos de veces, pero ni siquiera ésta parece perseguirle:
«Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.» (Salmos 23:4).
Está a salvo incluso cuando su vida está en peligro. Cuando la muerte le rodea, no teme. Está a salvo. Dios está ahí, así que confía en que todo irá bien.
Como peregrino y extranjero en este mundo, tiene que lidiar con muchos enemigos y perseguidos, sólo en la Tienda del Señor hay protección.
Comentario Bíblico Salmos 23:1-4:
Dios es nuestro pastor. Él nos da la vida y se ocupa de nuestras necesidades. Al igual que el pastor conduce a las ovejas a los pastos y al agua, Dios nos ayuda a encontrar lo que necesitamos para vivir (Salmo 23:1-3). Él nos da descanso y paz en medio de las incertidumbres de la vida.
Jesús dijo que él es el buen pastor, que da su vida por las ovejas (Juan 10:14-15). Nos protege de los peligros, como el pecado y la destrucción. Por lo tanto, no hay que tener miedo. Con Jesús de nuestro lado, estamos a salvo.
La vara y el cayado eran las herramientas del pastor para guiar, corregir y proteger a las ovejas. Dios es como un pastor con un cayado: nos ayuda a encontrar el camino correcto, corrige nuestros errores y nos protege de los ataques del enemigo (Salmo 23:4).
Referencias Cruzadas:
Juan 10:27-30 – Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.
Mateo 6:33 – Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Ezequiel 34:11-12 – Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré. Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.
Ezequiel 34:23-24 – Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor. Yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos. Yo Jehová he hablado.
Hebreos 13:20 – Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
Salmos 84:11 – Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.
Lucas 12:30-32 – Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
Salmos 78:52 – Hizo salir a su pueblo como ovejas, Y los llevó por el desierto como un rebaño.
Salmos 79:13-80:1 – Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, Te alabaremos para siempre; De generación en generación cantaremos tus alabanzas. Oh Pastor de Israel, escucha; Tú que pastoreas como a ovejas a José, Que estás entre querubines, resplandece.
Jeremías 31:10 – Oíd palabra de Jehová, oh naciones, y hacedlo saber en las costas que están lejos, y decid: El que esparció a Israel lo reunirá y guardará, como el pastor a su rebaño.