Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu. (Efesios 3:16)
Me gustaría hablar hoy acerca de las diferentes maneras cómo puede nuestra perspectiva impedir el logro de lo mejor que Él quiere para nuestras vidas.
Primero, nuestros procesos mentales en los momentos de dificultad pueden ser perjudiciales para nuestro éxito. En medio de la adversidad, es fácil que nuestra confianza vacile y quitemos nuestra mirada del Señor Jesús. Una vez que Dios deja de ser nuestro enfoque, el problema se magnifica. La negatividad puede vencer a la fe y aniquilar el ánimo. Entonces podemos estar tentados a claudicar, lo que obviamente frustra el plan de Dios para nuestro bien.
Segundo, tendemos a ver el obstáculo en términos de nuestras propias fuerzas y recursos, en vez de los de Dios. El apóstol Pablo entendía claramente esto, porque dijo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil 4.13). La competencia y el amor del Señor son ilimitados. Él nos dará todo lo que necesitemos.
A menudo desaprovechamos lo mejor que Dios tiene para nosotros, porque vemos el obstáculo como un problema en vez de una oportunidad. Los obstáculos son una manera que tiene el Señor de demostrar su tremendo poder y aumentar nuestra fe.
¿Qué sucede cuando nuestro enfoque cambia a una perspectiva espiritual en cuanto a las dificultades? La tristeza se convierte en alegría, y experimentamos gozo.
Cuando Dios dio instrucciones a Josué, le reveló que Jericó sería derrotada. Pero Él no siempre muestra el panorama completo; a veces nos lo revela gradualmente. ¿Por qué razón? Para que aprendamos a confiar en Él cada día; el Señor quiere que dependamos de su guía hoy, y le confiemos el mañana.
Oración diaria: Señor, que pueda ver Tu inmenso poder delante de la adversidad, para estar siempre en paz, sin importar la situación, sabiendo que me acompañas.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del capítulo Efesios 3:
Los tres primeros capítulos de Efesios son doctrinales, los tres últimos son prácticos. El capítulo 3 inicia la transición de la comprensión cristiana de la salvación, la gracia y el poder de Cristo a una guía práctica para la vida cristiana. Para hacer la transición, en este capítulo, Pablo se refiere a su propio llamado por Dios y ora por la fuerza espiritual de la iglesia de Efesios. Los primeros versículos del capítulo 4 surgirán de las referencias de Pablo a su propio encarcelamiento.
Referencias cruzadas por término – Efesios 3:16:
Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu.:
Colosenses 1:27 – a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
Hebreos 11:34 – apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
Job 23:6 – ¿Contendería conmigo con grandeza de fuerza? No; antes él me atendería.
Efesios 2:7 – para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Filipenses 4:13 – Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Zacarías 10:12 – Y yo los fortaleceré en Jehová, y caminarán en su nombre, dice Jehová.
Filipenses 4:19 – Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Romanos 7:22 – Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
Romanos 9:23 – y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria,
Salmos 138:3 – El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma.