Para que puedas ser eficiente, debes disfrutar de tu trabajo. Piense en algo que realmente te guste hacer, que te produzca placer llevarlo a cabo, y luego hazlo. Seguramente te espera el éxito, porque todo aquello que llena nuestro espíritu a través del esfuerzo de nuestro cuerpo y mente, nos conduce a la paz de Dios y al bienestar de Su provisión.
Que las siguientes Promesas de Las Escrituras, bendigan el trabajo que hoy vas a ejecutar y te rindan el máximo beneficio.
Salmo 128:2
Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien.
Salmos 1:3
Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera.
Salmos 109:11
Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene, y extraños saqueen el fruto de su trabajo.
Efesios 6:3
PARA QUE TE VAYA BIEN, Y PARA QUE TENGAS LARGA VIDA SOBRE LA TIERRA.
Isaías 3:10
Decid a los justos que les irá bien, porque el fruto de sus obras comerán.