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Y vio Dios la luz que era buena. Génesis 1:4.
El Señor nunca perderá de vista el tesoro que él en su amor ya ha colocado dentro de mi. Sé que algunas veces no puedo ver la luz en mi, pero el Señor siempre la ve. Hoy quiero pedirle a Dios que me abra los ojos espirituales para poder ver su luz en mi.
“Señor, Gracias por darme luz cuando en mi no la había, quiero vivir en esa luz. Tú eres la luz de mi vida. Cuando en tinieblas andaba llegaste como la luz de mi vida. Esa luz está en mi, está dentro de mi. A veces yo no la veo porque estoy siempre listo para ver las sombras… pero tu vez esa luz. Hoy quiero vivir en esa luz y compartir esa luz con quienes no la tienen. Amén.