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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
«Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová» (Jeremías 9:24)
Nikola Tesla inventor de la electricidad y uno de los más grandes genios que ha tenido la humanidad una vez dijo: “El don de la capacidad mental solo proviene de Dios, y su poder divino. Si concentramos nuestra mente y espíritu en esa verdad, nos ponemos en sintonía con ese poder que es el que determina nuestra existencia”. Que gran muestra de humillación ante el Señor la de un genio que lo tenía todo como Tesla al atribuir que en la gracia de Dios se obtienen las maravillosas capacidades y habilidades con las que el ser humano alcanza cada uno de sus logros.
Sin embargo no todos proceden como Tesla. La mayoría de las personas con grandes habilidades, capacidades y actitudes, o por lo menos aquellas con gran exposición pública que han alcanzado lo extraordinario, tienden a cegarse por su propio ego y sentirse ellos como únicos acreedores y responsables de sus victorias. Creo que ellos han fallado en responder la pregunta ¿De Quién es el mérito?
El profeta Jeremías, durante un tiempo de juicio, fue el instrumento de Dios para hablarle a los Israelitas y enseñarles que el conocimiento del Señor es la mayor gloria del hombre. Así les dijo: “No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente.. Mas alábese en conocerme que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra” Quería enseñar a su pueblo a reconocer la excelencia del Señor como aquel que determina la naturaleza de todas las cosas.
Es fundamental para seguir a Dios y expresarle nuestra sólida fe, reconocer entonces, su misericordia y sentido de cuidado al habernos dotado a cada uno con habilidades únicas que podemos utilizar para honrarlo cada día. Está en nosotros ser consicientes de que: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:7) y sentirnos completamente agradecidos por ser objeto de dichas bendiciones.
Así, protejamos nuestro corazón del orgullo y alejémonos del ego que puede invadirnos cuando alcanzamos un logro deseado. Tengamos presentes que nuestros avances son en Dios y que nuestros dones, dados por Él, son el instrumento por el cual podemos honrarlo y glorificarlo, ayudando a otros.
Palabra diaria: Señor, Te agradezco los dones y habilidades que me has concedido, así como las victorias que de ellos he obtenido, porque son ambos reflejo de Tu misericordia y grandeza en mi vida. Guíame cada día a continuar usando esos dones para honrarte y glorificarte ayudando a otros a reconocer los dones que a ellos también has otorgado.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Pasaje:
Jeremías 9:24
Tema del Capítulo – Jeremías 9:24:
En Jeremías 9, el Señor muestra cómo Jerusalén está dominada por la mentira y la falsedad. Al igual que en el capítulo anterior, el Señor subraya lo mucho que le molesta esto y que no puede quedarse sin juzgar.
Dios da otro toque de atención, el pueblo se ha olvidado de la ley. El pueblo ha abandonado Sus palabras y han decidido seguir el camino de su propio corazón sumido en la maldad e iniquidad. Su actitud tiene graves consecuencias. En la vida tenemos que pedirle a Dios que sea nuestro mentor, nuestro guía. Tiene que ser el dueño de todas las áreas de nuestra vida.
De este modo, todas las áreas estarán equilibradas. La prosperidad, la paz, el crecimiento, sólo serán consecuencia del equilibrio proporcionado por el accionar de Dios en nuestra vida.
Esbozo de Jeremías 9:
9.1 – 8: Dominado por la mentira
9:9 – 14: Han olvidado la ley
9:15 – 21: Comida amarga y agua envenenada
9:22 – 26: Gloria en el Señor
Comentario Bíblico:
Jeremías 9:24
En este mundo de pecado y dolor, que termina pronto en muerte y juicio, ¡qué necios los hombres que se glorían en su conocimiento, salud, fuerza, riqueza o en cualquier cosa que los deja bajo el dominio del pecado y de la ira de Dios! Y de lo cual debe rendir cuenta en el más allá. Esto sólo acrecenta su desgracia. Son el Israel verdadero los que adoran a Dios en Espíritu, se regocijan en Cristo Jesús y no tienen confianza en la carne. Estimemos la distinción que viene de Dios y que durará por siempre. Busquémosla con diligencia.
Referencias Cruzadas:
Gálatas 6:14 – Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
Salmos 36:5-7 – Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes. Tu justicia es como los montes de Dios, Tus juicios, abismo grande. Oh Jehová, al hombre y al animal conservas. ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.
Salmos 51:1 – Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
Salmos 145:7-8 – Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, Y cantarán tu justicia. Clemente y misericordioso es Jehová, Lento para la ira, y grande en misericordia.
Isaías 45:25 – En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.
Salmos 91:14 – Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Tema Principal:
Conocer a Dios y actuar en Su Ley.
Versículos Temáticos:
Juan 14:23 – Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Deuteronomio 28:1 -Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.
Miqueas 6:8 – Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Romanos 5:11 – Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.
Filipenses 3:3 – Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
Lucas 10:22 – Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.