Hazme oír por la mañana tu misericordia, Porque en ti he confiado; Hazme saber el camino por donde ande, Porque a ti he elevado mi alma. (Salmos 143:8)
Señor, recibo con mi corazón abierto este nuevo día para aceptar con humildad las maravillosas bendiciones que hoy me entregarás. Hoy te pido Padre, que abras mis oídos para escucharte y seguir Tus señales de manera que no me aleje de Tus caminos. Que mis palabras y mis acciones sean siempre conforme a Tu voluntad. Amén.