«Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia; Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino» (Proverbios 3:13-14).
Cuando escuchamos la dirección de Dios, tomamos decisiones sabias que conducen al honor, la prosperidad, el goce y la paz. Cuando Dave y yo oramos para que Dios nos hable y nos guíe, usamos la sabiduría y el sentido común para los problemas mayores y menores.
La sabiduría siempre te llevará a lo mejor de Dios. Por ejemplo, la sabiduría enseña que no mantendrás amigos si intentas controlar y dominar todo lo que sucede en tu vida y en la de ellos. No mantendrás amigos si hablas de ellos a sus espaldas.
El sentido común te guiará en asuntos de dinero. No te endeudarás si no gastas más dinero del que ganas. El Espíritu Santo no necesita hablar audiblemente para decirnos que no podemos gastar más dinero del que tenemos. El sentido común nos dice que nos meteremos en problemas si lo hacemos.
La sabiduría no nos permitirá comprometernos demasiado con nuestro tiempo. No importa cuan
ansiosos estemos de poder lograr cosas, necesitamos tomar tiempo y esperar que Dios nos dé paz sobre lo que hacemos y lo que no debemos hacer. La mujer mencionada en Proverbios 31 calcula el valor de un campo y lo compra, pero no lo haría si eso significara que tendría que descuidar sus deberes actuales tomando una nueva responsabilidad.
La sabiduría es nuestra amiga. Nos ayuda a no vivir con remordimientos, y nos ayuda a tomar decisiones ahora con las que estaremos felices más adelante.
Palabra Diaria: Señor, concédeme la sabiduría para practicar el sentido común en todas las decisiones que deba tomar, y que cada una de ellas sea siempre guiada por las verdades de Tu Palabra y aprobada por Tu grandiosa voluntad.