Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo. (Efesios 5:15-16)
El tiempo es un producto muy valioso. Puesto que es irreversible e insustituible, debemos considerar cuidadosamente cómo utilizamos los días —y hasta los minutos. El tiempo es un regalo de Dios pues no somos dueños sino administradores, y un día habrá que rendir cuentas por la manera como usamos lo que nos fue confiado. Según el v. 15, solo hay dos maneras de vivir: como sabios, o como necios.
Consideremos primero lo que está involucrado en el uso sabio de nuestro tiempo. Quienes entienden que sus días pertenecen a Dios, tienen cuidado de cómo viven. Su objetivo es comprender la voluntad del Señor, y alinear sus planes y actividades con los propósitos de Él. Al buscar las personas dirección cada día mediante una comunión íntima con el Señor en la Biblia y la oración, sus ojos espirituales se abren para discernir qué oportunidades vienen del Padre celestial, y cuáles no son parte de sus planes para ellos.
Pero los necios no se detienen a pensar en la manera como viven. Algunos se vuelven improductivos y perezosos, viviendo para sus placeres y desaprovechando el propósito de Dios para sus vidas. También están los que pueden estar muy ocupados y tener mucho éxito según el mundo, pero si sus días están ocupados con actividades que no son la voluntad de Dios para ellos, están malgastando su tiempo.
Para sacarle el máximo provecho a las oportunidades, empiece cada día con el Señor, sometiéndose a su voluntad y pidiéndole que dirija sus actividades. Después de todo, ninguno de nosotros desea llegar al cielo y descubrir que no invertimos el tiempo para la eternidad.
Señor, dirige cada una de mis actividades el día de hoy, fortalece mi obediencia para someterme a Tu voluntad y concédeme la disciplina para no desaprovechar las oportunidades que pongas en mi camino.
Contenido
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del capítulo Efesios 5:
El capítulo 5 continúa la segunda mitad del libro de Efesios, que es muy práctica. El capítulo 4 animaba a los cristianos a no vivir como lo hacen los incrédulos, sino a ser dignos del don que se nos ha dado. El capítulo 5 ofrece una aplicación aún más directa de estos principios. Pablo detalla las actitudes y hábitos impuros que los cristianos deben dejar de lado. A continuación, detalla el enfoque adecuado del matrimonio, enraizado en una comprensión cristiana del Evangelio. Este estilo de consejo continuará en el capítulo 6. El consejo de Pablo culminará con una famosa analogía sobre la aplicación de los principios cristianos a toda la vida, utilizando el simbolismo de una armadura.
Referencias cruzadas por término – Efesios 5:15-16:
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios:
Santiago 3:13 – ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
Mateo 10:16 – He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
Hebreos 12:25 – Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.
Mateo 27:24 – Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.
Colosenses 4:5 – Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.
Aprovechando bien el tiempo:
Salmos 37:19 – No serán avergonzados en el mal tiempo, Y en los días de hambre serán saciados.
Gálatas 1:4 – el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,
Eclesiastés 11:2 – Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra.
Colosenses 4:5 – Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.
Juan 12:35 – Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va.
Romanos 13:11 – Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.