Las definiciones equivocadas de la palabra éxito están por todos lados. Mucho se dice del ser exitoso al ostentar numerosos títulos académicos, tener grandes posesiones, una casa grande, mucho dinero o viajar por el mundo. Lo que muchos olvidan es la verdad principal: Ser exitoso es plantearte un sueño independientemente de cual sea, luchar por él, usando lo que Dios ha puesto en tus manos, aprender de las derrotas y por último alcanzarlo, para tener la satisfacción de decirte ¡lo logré! Eso es ser exitoso. No pares de luchar, no pares de avanzar.