Siempre que estoy decepcionado, me detengo a pensar en el pequeño Jaime.
Jaime estaba intentando conseguir una parte en una obra de la escuela.
Su mamá me dijo que había puesto su corazón en ello pero aún así temía que no fuera elegido.
El día que fueron repartidas las partes de la obra, yo estuve en la escuela.
Jaime salió corriendo con los ojos brillantes de orgullo y una gran emoción.
-«Adivina qué mamá» y me dijo gritando las palabras que permanecerán como una lección para mí.
-«He sido elegido para aplaudir y animar».
Que no te hagan creer que, porque no puedes hacer grandes cosas, no puedes hacer nada.
Juan 14:12
«De cierto, de cierto os digo que el que cree en mí, él también hará las obras que yo hago. Y mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre.
Juan 15:16
«Vosotros no me elegisteis a mí, mas bien, yo os elegí a vosotros para que llevéis fruto, y para que vuestro fruto permanezca.»
Santiago 2:5
Hermanos míos amados, oid: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido á los que le aman?