Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. (Isaías 40:8)
No importa que estés viviendo momentos difíciles; en esta noche deja todo en manos de Dios, porque con Él siempre hay esperanzas y sus milagros resplandecerán en tu vida.
Señor, antes de que termine el día quiero agradecerte por todas las cosas buenas que Tú nos das a diario. Gracias por tu amor, por tu misericordia y por la certeza de que de tu mano y con tu bendición, cada nuevo amanecer será más próspero, feliz y bendecido, Amén.