Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, Porque Jehová te ha hecho bien. (Salmos 116:7)
Te agradezco Señor porque al nombrarte desaparecen las preocupaciones, los malos sueños, y toda preocupación que pueda haber en mi vida, porque con tu manto me has cubierto y bendecido para que ningún mal pueda perturbar mi calma, porque Tú has alejado todo el peligro de mi casa y has dejado solo tu presencia de amor y bienestar en mi hogar.
Aquí y ahora me declaro bendecido y encomendado a Ti. Gracias Señor por escuchar mi oración y porque sé que de tu mano cada nuevo día será más feliz y más bendecido que el anterior, Amén.