Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. (Eclesiastés 3:1)
La vida es de etapas. Palabra sabia la de Eclesiastés 3:1 : Todo a su tiempo, en su tenor, bajo los ritmos de Dios. Inevitablemente todo vuelve a estar bien. Aunque la vida a veces te muestra la cara contraria, cada cosa vuelve a su lugar y el sol vuelve a brillar.
Señor , que la oscuridad solo sea el preludio de un amanecer radiante en mi vida. Que sea Tu presencia guiando mis pasos siempre. Amén.