«Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien» (Salmos 34:10)
Una de las maravillosas verdades nos muestra la Palabra de Dios, pero que muchas veces podemos pasar por alto, es que en el Cuerpo de Cristo no existe escases. Todo aquello que podamos necesitar y toda circunstancia apremiante que podamos atravesar se encuentra bajo el control de Nuestro Padre mediante las preciosas promesas de provisión que nos ha entregado.
Sin embargo, ¿Por qué entonces muchos sienten que continúan en la escasez? Porque, como dice Hebreos 5:13, se mantienen inexpertos en la Palabra de justicia.
Si en algún área de tu vida te sientes inexperto, las relaciones con otros, con tu pareja, el ser misericordioso, aprender a perdonar, toma la Biblia y lee las promesas, enseñanzas de la Palabra de Dios, en esa área que deseas mejorar.
Al hacernos expertos en entender el mensaje del Señor, al llenarnos de su paz, ser pacientes y darnos el tiempo para escucharlo con atención, encontraremos el camino hacia la abundancia eterna que nos aseguran esas preciosas promesas.
La Palabra de Dios guía mi camino e ilumina mi vida.
Palabra Diaria: Señor, Que Tu Palabra sea la lámpara que ilumine cada uno de los pasos que dé, siempre en dirección de Tu voluntad de bienestar, paz y gozo.