Jehová es mi pastor; nada me faltará. (Salmos 23:1)
El salmo 23 es uno de los más hermosos cantos de la palabra que expresa nuestra fe y confianza en el sentido de cuidado que el Señor tiene por nosotros. Un amigo, que consideraba este salmo su pasaje predilecto, realizo una hermosa paráfrasis del mismo al que llamo, “Me cuida bien”. En una de las partes decía:
Mi alma preocupada en su poder sana, porque su misericordia entiende mis necesidades, me fortalece y madura, y me guía a las aguas tranquilas en las que puedo reposar y retomar su verdadero camino. Aunque senderos oscuros apaguen mi luz, su presencia la hará brillar nuevamente y ante su compañía no temeré de ningún mal.
Es la misma imagen retratada por Jesús a la gente cuando al acercarse a ellos decía: Yo soy el buen pastor que da su vida da por las ovejas. A diferencia de alguien contratado que huye del peligro, el auténtico pastor permanece junto a su rebaño para protegerlo del peligro
Al margen de lo que estés enfrentando hoy, puedes decir confiado: ¡El Señor, mi Pastor, me cuida bien!