Este es el día que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él. (Salmo 118:24)
Muchos viven con el exceso de peso del pasado en sus vidas. Se recriminan oportunidades perdidas, puertas abiertas que desaprovecharon, acciones de las que se arrepienten. Olvidan que existe una mejor opción: Dar gracias al Señor de que, por su gracia y poder, nuestro pasado ha sido olvidado, nuestro presente es diferente y nuestro futuro se ilumina con la esperanza de todo lo que ha preparado para nosotros.
Por ello ten presente que ya amaneció y hoy es otro regalo de Dios. Acepta esa realidad y admira la grandeza que te rodea. Desecha lo que te hace mal, reconoce y aléjate de las personas negativas y convéncete de que esa prueba que vas a enfrentar te hará mas fuerte. Por último, no te olvides de continuar siendo un instrumento de Dios para hacer el bien. Será un buen día.
Recuerda: Cada jornada nueva es un regalo precioso. Quiera Dios que, con gratitud, vivamos todos los días con una plena confianza en sus propósitos y una humilde dedicación a Él.