Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. (Salmo 145:18)
En medio de las pruebas más agotadoras de la vida, ante situaciones apremiantes que se extienden mas de lo que esperamos, llegamos a pensar que Dios puede habernos abandonado o que ha sido indiferente ante nuestras peticiones. Sin embargo nada está más alejado de la verdad.
Cuando acudimos al Señor en oración, la indiferencia no existe. Él está atento y nos responderá con aquello que sea lo mejor para nuestra situación. La Biblia nos recuerda que podemos hallar consuelo en saber que nuestro Dios está profundamente interesado en lo que pesa sobre nuestro corazón: «Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras» (Salmo 145:18). Cuando clamamos a Él, nunca obtendremos una respuesta desinteresada.
En vez de alejarse de nosotros cuando acudimos a Él buscando ayuda, nuestro Padre celestial se nos acerca en los momentos de necesidad. Nunca está demasiado ocupado para escuchar las oraciones de Sus hijos: Cuando lo llamamos, nos oye.