«Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos» (Isaías 55:8-9)
A veces insistimos en hacer las cosas, de la forma en que pensamos que están bien o que serán más productivas y rendirán más beneficios en nuestra vida, justo cuando el Señor nos está llamando a tomar otra dirección.
Allí prevalecen las escrituras de hoy cuando nos instruyen: “mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos”. Habrá momentos en los que el Señor pondrá en tu camino cosas que te hagan cuestionar sus motivos, habrá otros tiempos en los que te instruirá a un cambio total de planes y pensarás en dudar. En ese instante recuerda que nosotros creemos tener el camino correcto, pero Dios siempre tiene el camino necesario y ante ello solo debemos confiar en su sabiduría, cuidado y guía.
Las maneras del Señor, son a veces misteriosas, también inexplicables y para nosotros, en momentos cuestionables, pero al final son perfectas y maravillosas y siempre, a fin de cuentas serán para nuestro bien.