Una clave para la autoestima

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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.

Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos. (2 Corintios 10:12)

La publicidad a menudo está orientada a hacer que las personas se esfuercen por tener el mejor aspecto, ser los mejores y tener más. Si compras “este” auto, ¡realmente serás el número uno! Si compras “esta” marca de ropa en particular, serás como “esta” estrella famosa y la gente realmente te admirará. El mundo constantemente nos da la impresión de que necesitamos ser algo diferente de lo que somos.

La confianza comienza con la autoestima, que se hace posible a través de una fuerte fe en el amor y el plan de Dios para nuestras vidas. Creo que es un insulto a Dios cuando nos comparamos con los demás y deseamos ser lo que ellos son. Toma la decisión de estar agradecido por la persona que Dios te creo para ser, y entonces nunca más te compararás con alguien más. Aprecia a los demás por lo que son y disfruta de la maravillosa persona que eres.

Oración diaria: Padre, ayúdame a amar y apreciar a la persona que me creaste para ser. Te agradezco que no tengo que compararme con los demás para ser aceptado. Me creaste con un propósito único y maravilloso. Estoy agradecido de que para Ti, yo soy especial y sin comparación.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo 2 Corintios 10:

En 2 Corintios 10, Pablo comienza hablando de las armas que ha utilizado en su lucha por predicar el Evangelio de Jesús. Son poderosas armas espirituales en Dios para destruir toda y cualquier oposición. No da prioridad a los artificios humanos, sino que limita la eficacia de su ministerio a la intimidad con Dios.

Continúa diciendo que la razón de esto es que todos pertenecemos al Señor Jesús. Por lo tanto, si alguien quiere gloriarse, que se glorie en el Señor.

Esbozo de 2 Corintios 10:

10.1 – 6: Las armas de Dios

10:7 – 11: Somos de Jesucristo

10.12 – 18: El que quiera presumir que lo haga en el Señor

Referencias cruzadas por término – 2 Corintios 10:12:
Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos.

Proverbios 26:12 – ¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del necio que de él.

Lucas 18:11 – El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;

Job 12:2 – Ciertamente vosotros sois el pueblo, Y con vosotros morirá la sabiduría.

Romanos 15:18 – Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras.

1 Samuel 16:7 – Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.

Pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos.

Romanos 12:6 – De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;

Salmos 19:4 – Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol;

Isaías 28:17 – Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo.

Romanos 12:3 – Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Marcos 7:20-23. Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

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