Las estrellas serpientes, también llamadas ofiuroideos, suelen ser las más activas y rápidas entre las estrellas de mar. Además suelen ser muy abundantes y la familia se divide en 1600 especies diferentes. Entre todas ellas la Ophiactis savignyi posee una particular forma de reproducción. Esta minúscula estrella se reproduce por partición transversal, su cuerpo, originariamente dotado de seis brazos, se partirá formando dos pequeñas estrellas de tres brazos cada una. Cada una de las partes podrá regenerar los brazos faltantes pero sólo regenerará dos de ellos, por lo que se convertirán en dos estrellas de cinco brazos.
A partir de ese momento sólo podrán volver a reproducir sexualmente dando vida a una descendencia de crías de seis brazos que a su vez podrán partirse para reiniciar el proceso. En principio se creía que las savignyi, al igual que otras estrellas se partían para poder escapar de un depredador. Pero hoy se sospecha que, además, esta partición tiene que ver con equilibrar las poblaciones de machos o hembras de un determinado sector.
La prueba de este suceso podría ser que en las zonas donde hay mayor abundancia de hembras son éstas las que menos se parten y en consecuencia los machos se parten más logrando de esta manera estabilizar las poblaciones de machos y hembras para asegurar la reproducción. El éxito de este extraño método reproductivo está demostrado por el hecho de que estas pequeñas estrellas son realmente numerosas en todos los mares del mundo desde el Ártico hasta el Antártico.
Tal vez, como humanos, nos resulte increíble entender que un animal pueda clonarse a si mismo, dividirse en dos animales iguales para duplicar una determinada población. Puede que nos resulte increíble que un pequeño y frágil animal como la estrella serpiente pueda ostentar este tipo de conductas, o incluso no poder entender cómo hacen para saber si lo que están faltando en el territorio son hembras o machos. Sin embargo de todo ello podemos sacar una conclusión: que Dios es increíblemente maravilloso y ha demostrado su maravilla en su creación.
Cada cosa en nuestro planeta tiene el sello imborrable de la grandeza divina. El Dios de las cosas grandes, pero también el Dios de los pequeños detalles. Si él se ha interesado en la forma como se reproducen las estrellas serpientes, no crees que él también está interesado en todo lo que te acontece? Toma ánimo, Dios se interesa en todo lo creado al más mínimo detalle, Dios se interesa con amor y preciso cuidado, también en Ti.
¿Quién como tú, oh Dios, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios? (Exodo 15:11)