No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen,y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. (Mateo 6:19-21)
¿Cómo piensas que Dios observa la riqueza? ¿Si Él te diera una descripción de una persona rica para Él, cuál crees que sería? En mi caso pienso que su concepto de riqueza involucraría indudablemente a una persona llena de amor. Aquel que procura buscar del Señor y reflejar en su obra diaria el propósito que ha puesto en su vida.
La palabra de Dios es sabia y nos invita en consecuencia, a cosechar riquezas, a ser ricos pero ricos en Él. Conociéndolo, buscándolo, obedeciendo su disposición.
Cambiemos asi, el concepto de riqueza que el mundo nos presenta; ante la prosperidad ofrezcamos al necesitado y caminemos junto al Señor guiándonos en su palabra, para reflejar en nuestras vidas la mayor de las riquezas: El Amor de Dios por nosotros.
Palabra Diaria: Señor, Te agradezco las riquezas que has derramado en mi vida. Ayúdame a compartirlas para el bien de otros, de manera que ellos puedan conocerte, buscar de Ti y cosechar Tu infito amor que es la mayor de las riquezas. Amén.