Versículo:
La congoja en el corazón del hombre lo abate; Mas la buena palabra lo alegra. (Proverbios 12:25)
Comentario:
La ansiedad, en mi opinión, es uno de los sentimientos más dañinos de la naturaleza humana. Nos roba el tiempo, nos nubla la vista, ensordece nuestros oídos, silencia nuestra voz… y podríamos enumerar otra enorme lista de males.
Sufrir con los problemas que nos afectan es algo que no podemos evitar, pero sufrir por adelantado e imaginar las innumerables soluciones y escenarios es algo a lo que podemos decir que no.
En el texto de hoy, el escritor sagrado nos da un ejemplo de una actitud sencilla que contribuye a nuestro bienestar; una actitud que puede cambiar un rostro: «una buena palabra». Por eso, quiero colaborar por tu bienestar y alegría; recibe una palabra de ánimo y consuelo: «descansa tu vida en las manos del Señor – di no a la ansiedad – confía en Él y sé feliz».
Oración:
Señor, que pueda recibir en este día palabras que alegren mi corazón y que a su vez pueda levantar también a otros, con todo aquello que pronuncie mi boca. Amén