Versículo:
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. (1 Corintios 13:8)
Comentario:
La excelencia del amor es destacada por el apóstol Pablo dentro de la realidad vivida por aquellos siervos de la Iglesia de Corintio; afirma que no puede haber nada más importante ni superior a la práctica del amor enseñada por Jesús.
No se trata de un discurso o de una práctica verbal, en la que las palabras están bien colocadas y ajustadas a las ocasiones, es un sentimiento que hay que vivir independientemente de las situaciones, y más, un sentimiento que no puede ser eclipsado por ninguna función o capacidad humana.
¡La enseñanza contenida en el texto es rica! No hay nada más grande en nuestras vidas que vivir este sentimiento dentro de nosotros y compartirlo con los que nos rodean: familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, empleados y tantos otros.
Pablo también señala una característica del amor inherente a la persona de Dios: «El amor nunca falla», como lo hace el Señor; todo lo demás permanecerá en los caminos de la vida. Cuando practicamos el amor, practicamos algo que es inherente a Dios, y por lo tanto nos acercamos a Él. ¡Amor!
Y cada día estarás más cerca de Jesús.
Oración:
Señor, coloca en mi mente y en mi corazón el aprendizaje de Tu Palabra de hoy: que tenga presente que cuando entrego amor, practicaré la esencia de lo que Tu eres y me acercare, un tanto más al privilegio de contar con Tu presencia constante en mi vida, amando como Tu me amas.