Versículo diario comentado: 1 Timoteo 1.16-17

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Versículo:

Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. 1 Timoteo 1.16-17

Comentario:

Algunas personas imaginan que Dios se frustra cada vez que cometen un error. Como resultado, muchas de ellas viven con el temor constante de hacer algo mal. Pero Dios no es así en absoluto. Por el contrario, tiene paciencia y misericordia infinita para con sus hijos.

El Señor sabe que tenemos una naturaleza caída, y entiende perfectamente nuestra lucha con ella (He 4.15). Así como un niño pequeño aprende a obedecer, los hijos de Dios también aprenden a andar en sus caminos. Debido a que nuestro Padre celestial se complace en vernos hacer lo correcto, nos da tiempo y espacio para cometer errores.

Ahora bien, si rechazamos una y otra vez la salvación que Dios provee, entonces experimentaremos su juicio un día. Esa elección es real. Pero recuerde que el Señor Jesús vino al mundo específicamente para salvar a los pecadores. Él quiere que todos sean salvos, y con gran paciencia, misericordia y gracia, Él da con generosidad a todos tiempo para venir a Él.

Dios siempre está esperando y listo para que volvamos a su amoroso abrazo, al igual que el padre del hijo pródigo. ¿Hay algo que usted quiera confesar al Señor hoy? El arrepentimiento abrirá una línea de comunicación bloqueada. Recuerde que Dios es lento para la ira y disfruta pasar tiempo con usted.

Oración:

Señor, te doy gracias por tu infinita paciencia y misericordia. Reconozco que he fallado en muchas ocasiones, pero tú me recibes siempre con los brazos abiertos. Perdóname por los errores que he cometido y ayúdame a andar cada día en tus caminos. Gracias por darme tiempo para aprender y crecer en tu gracia. Haz que mi corazón permanezca sensible a tu voz y dispuesto a obedecerte en todo momento. Te alabo porque eres un Dios amoroso, lento para la ira y abundante en amor y verdad. En el nombre de Jesús, amén.