Versículo:
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17
Comentario:
¿Ha habido algún momento en la historia en el que hayamos tenido acceso a tanto conocimiento? Ya sea que usted desee reparar su automóvil, obtener consejo en cuanto a cómo hacer una cita amorosa, o entender un asunto político, alguien en alguna parte está dispuesto a dar consejos. Libros, programas de televisión, sitios web, podcasts y redes sociales, afirman tener las respuestas que necesitamos. Entonces, ¿por qué no estamos más satisfechos?
A menudo no encontramos nada porque esas fuentes carecen del conocimiento eterno. Y por eso, la guía y la paz que tanto buscamos siguen siendo esquivas. Necesitamos algo mejor: necesitamos la verdad. La Biblia satisface esta necesidad porque, de principio a fin, nos revela a Dios, nos asegura su amor, nos conduce a la salvación y nos muestra cómo vivir. La Biblia es mucho más que un texto de historia o un libro de relatos. Es más que una colección de poesía y sabiduría. Es la Palabra de Dios viva e inspirada: atemporal, infalible y confiable.
El Señor puede utilizar, y de hecho lo hace, a personas y recursos para ayudarnos a lidiar con las complejidades de la vida, pero la sabiduría que recibimos de ellas siempre debe alinearse con las enseñanzas de la Biblia. ¿A dónde acude para encontrar respuestas a preguntas difíciles? ¿Qué tan a menudo acude a la Biblia?
Oración:
Señor, gracias por darnos tu Palabra viva, que es lámpara a nuestros pies y luz en nuestro camino. Reconozco que en ella encuentro guía, sabiduría y la verdad que mi corazón necesita. Ayúdame a acudir a las Sagradas Escrituras en busca de respuestas y dirección, y a medir todos los consejos y recursos con la verdad de tu Palabra. Espíritu Santo, abre mi entendimiento para que pueda aplicar las enseñanzas bíblicas a mi vida diaria y ser una luz para los demás. Gracias porque en tu Palabra encuentro consuelo, fortaleza y esperanza eterna. En el nombre de Jesús, amén.