Versículo:
Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Éxodo 3:6
Comentario:
En el pasaje de hoy, Moisés necesitaba saber tres cosas. Para ofrecernos al Señor por completo, también necesitamos las respuestas a las siguientes preguntas:
1. ¿QUIÉN ES DIOS? En Éxodo 3, Dios usó una zarza ardiente para llamar la atención de Moisés, y luego se le presentó como el Dios de sus antepasados (Ex 3.2, 6). Él reiteró su identidad cuatro veces en este breve pasaje. Sabía que Moisés no podría dar el primer paso de fe hasta que conociera a Aquel con quien estaba hablando. Del mismo modo, nosotros no podemos entregarnos a Dios hasta conocerlo por medio de Cristo.
2. ¿QUIÉN SOY YO? Una vez que Moisés supo quién era Dios, su siguiente pregunta creó un agudo contraste: De acuerdo, sé quién eres tú, pero ¿quién soy yo? (Ex 3.11). ¿No es maravilloso que el Señor respondiera a la pregunta de Moisés con una promesa? En el versículo 12, Él contestó: Yo te diré quién eres —tú eres aquel con quien yo soy.
3. ¿POR QUÉ ESTOY AQUÍ? Solo hay una razón por la que estamos vivos hoy; pasajes como Mateo 5.16, Romanos 15.5, 6, 1 Corintios 6.19, 20 y 1 Pedro 2.12 dejan claro que nuestra tarea es glorificar y honrar a Dios por medio de nuestra manera de vivir, hablar y amar.
Conocer estas verdades renovará su compromiso con el Señor.
Oración:
Dios eterno, gracias por revelarte a Moisés como el Dios de sus antepasados, y por mostrarnos a través de tu Palabra quién eres. Ayúdame a conocerte más profundamente, para que pueda ofrecerte todo lo que soy. Recuérdame que mi identidad está en ti, y que no camino solo, sino contigo, quien prometiste estar siempre a mi lado. Señor, quiero vivir cada día para glorificarte con mi vida, mis palabras y mi amor hacia los demás. Enséñame a cumplir el propósito por el cual me creaste y dame la fuerza para seguir tu llamado, confiando en tu fidelidad. En el nombre de Jesús, amén.