Versículo:
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Génesis 12:1-2
Comentario:
Cuando la Biblia nos habla de hombres y mujeres de gran fe, el Señor en su bondad también nos muestra las debilidades y fallas de ellos. Por ejemplo, veamos a Abraham. Como cualquiera de nosotros, tenía defectos. Pecó. Cometió errores. Aun así, Dios lo amaba y realizó grandes cosas por medio de su vida.
Cuando Dios hablaba, Abraham escuchaba. Imagínese cuántas promesas y bendiciones habría perdido si no hubiera prestado atención. (Véanse Gn 12.1-8; 15.1-5; 17.1-4). Las conversaciones de Abraham con Dios nos enseñan cómo vivir por fe:
ESCUCHAR A DIOS. Al reconocer la voz de Dios, ganamos seguridad sobre qué hacer y a dónde ir.
OBEDECER A DIOS. Al obedecer a Dios demostramos que confiamos en Él, y así nuestra fe se fortalece.
DEPENDER DE DIOS. Nuestra naturaleza nos hace querer ser autosuficientes, pero necesitamos la sabiduría, fuerzas y ayuda de Dios
ESPERAR EN DIOS. Nuestra disposición a esperar a que Dios actúe nos bendice e impide grandes desastres.
RECONOCER NUESTROS FRACASOS Y APRENDER DE ELLOS. La Biblia nos dice que Dios enaltece a los humildes (Mt 23.12).
¿Con cuál de las prácticas mencionadas batalla usted? Pídale a Dios que le ayude a seguir adelante con confianza en Él, a medida que lo escucha.
Oración:
Señor, enséñame a escuchar Tu voz con claridad y obedecer Tus mandamientos con fe y humildad. Ayúdame a depender de Ti en cada paso de mi vida, esperando con paciencia Tu perfecta voluntad. Dame la gracia de reconocer mis fallas, aprender de ellas y seguir adelante con confianza en Tu amor y fidelidad. Que mi vida refleje una fe genuina y un corazón dispuesto a seguirte en todo momento. En El Nombre de Jesús, Amén.