Versículo diario comentado: Hebreos 10:23-25

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Versículo:

Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebreos 10:23-25

Comentario:

Muchos de nosotros gastamos gran cantidad de energía en el presente pensando en el pasado y en el futuro. Sabemos que el pasado está fuera de nuestro control, pero nos preocupa. Tendemos a creer que el futuro nos pertenece, pero nos preocupamos por lo que nos depara y por si traerá alegría o dolor.

El evangelio nos invita a confiar a Dios tanto el pasado como el futuro. Esa mentalidad nos libera para vivir para el Señor en el único momento que podemos: el presente. Sí, su plenitud es un aspecto del reino de Dios que todavía no ha llegado. Pero al mismo tiempo, vivimos en su reino aquí y ahora.

En Hebreos 3.13, el llamado a alentarnos unos a otros cada día no es una sugerencia; es una práctica vital para el crecimiento espiritual. Necesitamos el apoyo de hermanos en la fe que nos ayuden a superar con éxito los retos y las oportunidades de cada día. Animarnos unos a otros puede ser un faro de luz y esperanza para quienes nos rodean.

Ese es el enfoque del autor en Hebreos 3.13. Si queremos evitar que nuestros corazones se “endurezcan por el engaño del pecado”, debemos dar y recibir aliento. Es bueno decir palabras de afirmación, de esperanza y de responsabilidad sobre nuestra vida cristiana con regularidad. Pero incluso cuando se dan una sola vez, pueden tener un efecto duradero, mucho más allá del presente.

Oración:

Señor, hoy deposito en Tus manos mi pasado, mi presente y mi futuro, confiando en que Tu amor y fidelidad me sostienen. Ayúdame a vivir este día con fe y esperanza, sin temor ni ansiedad, recordando que Tú eres mi refugio y mi fortaleza. Dame palabras de aliento para animar a otros y un corazón dispuesto a recibir consuelo cuando lo necesite. Que mi vida muestre Tu gracia y que cada día sea una oportunidad para crecer en comunión contigo y con mis hermanos en la fe. En El Nombre de Jesús, Amén.