Versículo:
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Lucas 24:49
Comentario:
¿Recuerda usted el libro La pequeña locomotora que sí pudo? Una pequeña locomotora no deja de repetir las palabras: “Creo que puedo. Creo que puedo”. Usando su fuerza de voluntad, tira de un tren completo sobre una montaña. Es un bonito cuento para niños, pero la verdad de la vida cristiana es muy diferente. En el mundo real, nuestros esfuerzos y determinación a menudo se quedan cortos. Solo caminando en el poder del Espíritu Santo podemos vivir consagrados al Señor.
En el Antiguo Testamento, el Espíritu de Dios venía temporalmente sobre los santos para una obra en particular. Pero después de que el Señor Jesús ascendió al cielo, envió al Espíritu Santo a morar en cada creyente (Lc 24.49). Considere lo que esto significa: si usted es cristiano, Dios vive dentro de usted para proporcionarle dirección, consuelo y poder.
Sin embargo, por alguna razón, algunas veces, tratamos de vivir sin buscar del Señor; cuando la derrota y el fracaso son inevitables sin el poder divino en nuestra vida.
¿Reconoce usted su necesidad de Dios? Comience cada día confesando su dependencia de Él. Pídale que le llene de su Espíritu para que todo lo que piense, haga y diga esté lleno de la presencia del Señor. Luego confíe en que Él obrará de una manera poderosa por medio de usted.
Oración:
Señor, reconozco mi necesidad de ti en cada aspecto de mi vida. Lléname con tu Espíritu Santo para que todo lo que piense, haga y diga refleje tu presencia. Confío en que tu poder obrará en mí y a través de mí. En El Nombre de Jesús, Amén.