Versículo:
Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga. Mateo 13:7-9
Comentario:
Cuando enseñaba a las multitudes, el Señor utilizaba a menudo parábolas, las cuales eran difíciles de entender en el momento. Sin embargo, ahora que tenemos la revelación completa de Dios, estas historias sirven como ejemplos de lo que significa vivir con fe.
Una de esas parábolas hablaba de un agricultor que sembraba semillas que cayeron en lugares diferentes: en un camino, en un suelo poco profundo, entre espinos y en tierra fértil. Terminó la historia diciendo: “El que tiene oídos para oír, oiga” (Mt 13.9). Después, los discípulos le preguntaron al Señor por qué enseñaba de esta manera, y Él les explicó que no todos estaban dispuestos a escuchar la verdad espiritual. Pero les dijo a los Doce: “Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen” (Mt 13.16). Como creyentes, somos bendecidos de la misma manera.
No obstante, aprender a escuchar y a actuar de acuerdo con lo que oímos del Señor lleva tiempo y práctica. La tierra fértil que Cristo menciona en el versículo 8 es un corazón preparado para escuchar y responder a su Palabra (Mt 13.8). Al dedicar tiempo a orar y leer la Biblia, podemos “despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia” (He 12.1). De esa manera, podemos convertirnos en mejores oyentes y ser más sensibles. ¿Qué puede usted hacer hoy para preparar su corazón y recibir la Palabra de Dios?
Oración:
Señor, prepara mi corazón para aceptar Tu Palabra y dame la perseverancia, para aplicarla de forma que todo lo que haga sea una obra fructífera que Te honre y que Te glorifique. En El Nombre de Jesús, Amén.