Versículo:
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. (Salmos 46:1)
Comentario:
Quiero invitarte, en las próximas dos semanas, a meditar en el Salmo 46. Compone, con los Salmos 47 y 48, una trilogía (conjunto de tres obras que tratan un mismo tema) en la que el salmista expresa su alabanza a Dios, a partir de los momentos de luchas y dificultades por los que pasaba el pueblo de Israel y por los que aún pasaría.
La primera afirmación, en el versículo 1, revela bien el contenido del Salmo 46; Dios se presenta como ese lugar preparado para refugiarse, proteger y dar condiciones para contrarrestar a los enemigos ante la inminente lucha. Enfrentarse al enemigo en campo abierto es una sentencia de muerte.
Tener la noción exacta de que el Señor está disponible para cobijarnos, en los días de lucha, nos llevará a una mayor concentración y preparación; es decir, su disponibilidad debe ser utilizada en todo momento, cuando estamos alegres, satisfechos, con dudas, agradecidos, y también en los días difíciles. Esto es una relación.
El tema principal de este salmo puede vivirse como algo concreto en la vida de quien desea servir a Dios a conciencia y con inteligencia.
¡Dios es el lugar donde refugiarse!
¡Él es la única roca indestructible!
Oración:
Señor, que no olvide en ningún momento, ni en la más difícil de las pruebas que tengo en Ti el refugio donde hallaré la confianza para salir nuevamente victorioso. Amén