Versículo:
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones… Estad quietos y conoced que yo soy Dios Salmo 46:1,10
Comentario:
El pasaje de hoy dice: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones… Estad quietos y conoced que yo soy Dios» (Salmo 46.1,10). Dios nos invita a estar quietos, pero eso no es fácil cuando nos sentimos estresados.
Todo el mundo experimenta estrés. A veces, la carga que soportamos es una lucha constante; otras veces, puede ser un exceso de cosas buenas que nos exigen más allá de nuestra capacidad. Con frecuencia, sin embargo, la vida es una mezcla de cosas que preferiríamos no abordar, y de otras que deseamos, como estudiar, tener un bebé, recibir un ascenso en el trabajo, etc… En medio de todo esto, ¿cómo podemos manejar el estrés de manera provechosa?
A menudo, lo que necesitamos es hacer una pausa para descansar en la presencia de Cristo. Es tentador pensar que solo podemos hacerlo cuando las condiciones son perfectas: el entorno, el tiempo o el momento del día. Pero recuerde que Dios está con nosotros en cada momento. Por eso, incluso el más breve descanso en nuestra apretada agenda puede dar lugar a un encuentro significativo con Él.
La próxima vez que sienta que su estrés aumenta, dese un momento para recuperarse. Ore, respire el aire que Dios le ha dado y descanse. Cuanto más a menudo lo haga, más de Él experimentará y menos preocupaciones tendrá.
Oración:
Señor, en medio del ajetreo y las preocupaciones, ayúdame a recordar que Tú eres mi refugio y fortaleza. Dame la sabiduría para hacer una pausa, buscar Tu presencia y descansar en Tu amor. Llena mi corazón de paz, enséñame a confiar en Ti en cada situación y a soltar el estrés que me abruma. Que en Tu quietud encuentre la fuerza para seguir adelante con fe y esperanza. En El Nombre de Jesús, Amén.