Versículo:
Sobre mí, oh Dios, están tus votos; Te tributaré alabanzas. Porque has librado mi alma de la muerte, Y mis pies de caída, Para que ande delante de Dios En la luz de los que viven. Salmos 56:12-13
Comentario:
Es imposible vivir en este mundo sin enfrentar alguna vez dudas, confusión o temores. La Palabra de Dios no descarta estas preocupaciones. En cambio, nos dice qué hacer cuando tenemos miedo. La mejor respuesta es reconocerlo ante el Señor y confiar en que Él resolverá la situación de acuerdo con su voluntad y su tiempo.
Muchas personas quieren responsabilizar de sus problemas a cualquiera que no sea Dios; eso es porque no pueden conciliar por qué el Dios bueno permitiría su situación. De lo que no se dan cuenta, es que el Señor es soberano sobre todo, incluyendo los acontecimientos de la vida de cada creyente. E incluso las dificultades tienen un propósito en su plan. Pueden ser herramientas para fortalecer nuestra fe y hacernos madurar espiritualmente. Cuando elegimos confiar al Señor nuestros temores e incertidumbres, se nos promete un resultado mejor que cualquier cosa que pudiéramos haber ideado nosotros mismos (Pr 3.5, 6).
Si usted está pasando por una dificultad, Salmo 56.8 dice: “Tú llevas la cuenta de todas mis angustias”, e incluso en todas esas circunstancias Él está a su favor. Ríndase al Señor, y deje que cumpla sus propósitos a través de las pruebas. Cuando confiamos en Dios, no tenemos motivos para tener miedo.
Oración:
Señor, en mis momentos de duda, confusión y temor, ayúdame a confiar en ti completamente. Reconozco tus propósitos en mis dificultades y me rindo a tu voluntad. Gracias por llevar la cuenta de mis angustias y por estar siempre a mi favor. Fortalece mi fe y guíame en tu luz, para que pueda caminar con confianza y sin miedo. En El Nombre de Jesús, Amén.