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Buscad al SEÑOR y su fortaleza; buscad su rostro continuamente. (1 Corintios 16:11)

Hoy, Jesús quiere recordarte que ha dejado muchas promesas para ti, pero en especial una, la cual es muy importante, porque de esa promesa depende toda nuestra esperanza de una vida mejor.

Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. (Salmos 18:2)

El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado. (Proverbios 16:20)

El Señor, creador de los Cielos y de la Tierra, Dios de los Ejércitos, estará contigo a donde sea que vayas. Su mano te sostendrá y no te dejará sólo.

En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. (1 Pedro 3:8)

El salmo 91 es el salmo de la protección. Dios ha prometido protegernos de todo mal, y este salmo trae consigo unas bellas palabras.

Un día más ha concluido y Dios nos ha regalado una noche mas. Esta Oración de la Noche, es para que Nuestro Señor nos bendiga y haga descansar en esta noche.

Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias. (Salmo 103:1-3)

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. (1 Juan 3:1)